LA CARROCA

Esa Carolina

Por Soraya Valencia Mayoral*
domingo, 5 de noviembre de 2017 · 00:00

La Constitutio Criminalis Carolina, también conocida como Lex Carolina o Nemesis Carolina, fue el primer código penal alemán. Eso de carolina viene de Carolus, Carlos, ya que fue escrita y aprobada bajo el reinado del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos V en 1532, en buena medida por el acontecimiento de la Reforma Protestante, cuyo V centenario acaba de cumplirse este 31 de octubre.

Según Jean Delumeau, el absolutismo en aumento sumado a la cacería de brujas condujo a la reforma de los procedimientos penales ajustándolos a los nuevos tiempos. La sospecha y la difamación fueron clave para los nuevos procesos. La tortura para obtener una confesión era un procedimiento legal. En las leyes anteriores el daño causado al prójimo determinaba la pena; con la nueva ley, el pacto con el diablo, aunque la persona acusada no hubiera hecho ningún mal ¿Cómo defenderse? En el mismo costal cabían los “adivinos encantadores, brujos, valdenses o notados de semejantes maleficios y crímenes…” Las ciencias de la naturaleza, la astronomía, la física, la medicina, estaban emergiendo y había que caminar de puntitas para no ser acusado de mago. La brujería, la magia, era equivalente a la herejía ya desde Juan XXII en el siglo XIV, pero estamos hablando de las leyes del imperio del XVI. Así, Nemesis instruía a “que procedan rigurosamente mediante todas las penas y castigos severos y ejemplares en conformidad con las citadas leyes divinas y humanas…” El pecado había entrado en la legislación imperial como delito contra el Estado. ¡Qué cosas! Imagine usted que en el código penal actual tipificara la lectura de la bola de cristal… y en los tiempos que corren.

Por cierto, un poco tardecito, pero ya se instalaron los Consejos Locales del INE. En Baja California por fin un ciudadano del 03 Distrito Electoral, que corresponde más o menos al municipio de Ensenada, es Consejero Propietario. Bien por el Doc Álvaro de Lachica y su suplente, Corral, que también es de casa. Álvaro ya tiene experiencia en los Consejos Distritales, donde coincidimos en los dos últimos procesos electorales federales. Y hasta donde se puede columbrar, éste es un proceso… dejémosle así, ya le pondremos el adjetivo calificativo de acuerdo a la Nemesis Carolina. Es un chiste.

Y ya para terminar, una de Mamá Cuerva: el 1 de noviembre se presentó Leiden con sus músicos en el Festival de Día de Muertos, Sirenas y Catrinas, en la Ciudad de México. O sea, Paloma ya supo lo que es tocar ante el público imponente de la gran ciudad en la plancha del Zócalo. Tocar en el Estadio Azteca en la despedida de Don Chente fue un buen entrenamiento. Una experiencia más. Te amo, te abrazo, hija. Vale.

*La autora es mujer de letras sacras y profanas
 

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