LA CARROCA

Ahí está el detalle

Por Soraya Valencia Mayoral*
domingo, 25 de febrero de 2018 · 00:00

Cuando mi papá era un jovencito trabajaba como cartero allá en su pueblo. Fue por este oficio que conoció a la señorita Josefina, estudiante de la Escuela Normal Regional Campesina, quien sería su esposa hasta que la muerte los separó y los volvió a juntar -papá falleció trece días después que mamá-. Posteriormente don Julio fue administrador de correos y telégrafos, antes de migrar con la familia a Ensenada. Así que no era un mundo extraño. En casa conocimos las bondades del servicio postal mexicano y de telégrafos. Luego empezaron a privatizar los servicios, ya sabe, haciéndolos poco eficientes para justificar su casi extinción -el mercado y la competencia- como ha sucedido con tantas empresas que el Estado ha ido perdiendo. Surgieron los servicios de mensajería y paquetería, envío de dinero por diversos medios, etc. Es cierto que con las nuevas tecnologías en algunos ambientes los viejos servicios resultan a veces no tan eficientes, pero hay lugares, más de los que imaginamos, en los que siguen cumpliendo con su función. Además, son menos costosos que los privados. Pregunto: ¿Qué está pasando con el servicio de correo en Ensenada? Un grupo de amigos al que pertenezco tenemos una suscripción a una revista y desde hace ya meses enfrentamos serias dificultades para que llegue a nuestras manos. Parece que todo empezó con el despido de los carteros; hágame usted el favor, no hay quien haga el trabajo. Pero no termina ahí. Si vamos a la oficina de correos y después de mucho preguntar nos enteramos que el paquete se encuentra en la bodega, que no pueden entregarlo por falta de empleados y uno no puede entrar a buscar el envío. Tenemos la opción del apartado postal pero parece que no hay quien lleve el paquetito al casillero correspondiente. Se optó por certificar y el resultado es el mismo ¡Que alguien me explique, por favor! ¿De qué se trata? ¿De crear un problema para luego decir que no funciona y dejar en manos de una empresa privada? ¿Transferir y ya? Creo que los usuarios necesitamos una aclaración. Eso de hacer inoperante un servicio para luego convertirlo en un negocio, no es negocio. No para el populus. Como el Ayuntamiento, que va a dejar en manos de particulares la cobranza del predial y otras cosillas. Mejor que contraten cobradores de esas tiendas muy conocidas, que gritan desde las banquetas, amenazan y demás, balconeando y presionando a los pobres de a pie que cometieron el horror de comprar a crédito o pedir un préstamo impagable. Así están las cosas.

El día en que, por fin, llegaron las lluvias: bastante tardías pero se agradece. La sequía estaba de miedo y aunque hemos tenido un invierno muy agradable hay que salir de la comodidad y bailar y rezar a San Isidro Labrador para que ponga el sol y quite el agua, o ¿Cómo va? Porque es un santo al que hay que rezar al revés, eso dicen, para que haga caso. A lo mejor ahí está el detalle. Los ensenadenses hemos rezado de manera equivocada. Vale.

*La autora es mujer de letras sacras y profanas
 

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