Disputará su cuarta final Sub 17

Agencia Reforma
Gama, Brasil

¡Benditos penales! Por cuarta ocasión en su historia, México jugará la Final del Mundial Sub 17. La suerte suele ser enemiga del Tri en instancias decisivas. El relato del futbol mexicano coquetea con las narrativas trágicas.

Ayer, en el Estadio Bezerrao de Brasil, la Selección Mexicana venció en penales 4-3 al campeón europeo Holanda, luego del empate 1-1 en tiempo regular, resultado que maquilla todas las circunstancias que se conjuraron en favor del Tricolor.

Tras el juego la charla se centró en los tres penales que paró el guardameta Eduardo García, en el exceso de Efraín Álvarez al cobrar a lo Panenka, en la personalidad de los mexicanos para resistir el asedio holandés, para salir vivos de un partido con olor a azufre y así retar en la Final al anfitrión y favorito Brasil.

JUEGO ACCIDENTADO
Quienes observaron el juego recordarán que a Holanda le anularon un gol en el primer tiempo por falta, que Youri Reeger falló un disparo en el área chica y estrelló el balón en el travesaño antes de anotar al 74’, que Jayden Braaf exhibió mala puntería en al menos dos ocasiones, que los europeos llegaron con tanta insistencia que a nadie le habría sorprendido una goleada, que el mexicano Efraín Álvarez empató al 79’ tras un tiro libre en el que ni falta había, y en el cual contó con la colaboración del portero.

La gran virtud de México, como reconoció después el técnico Marco Antonio Ruiz, fue la fortaleza emocional en un partido en el que siempre jugó como víctima, en el que tuvo que reponerse al fallo de Efraín y de Joel Gómez, en el cual mostró su personalidad en los cobros de Santiago Muñoz, Alejandro Gómez, Eugenio Pizzuto y Víctor Guzmán, así como en la estampa del portero Lalo García que repartió el mérito del triunfo en sus compañeros que hoy se ilusionan con un tercer título, en una reedición de la Final de 2005.