Meta Deportiva

Una trotada con el corazón

Con tan solo nueve grados de temperatura, la segunda edición de la Trotada con Causa se vivió entre llantos y risas de los asistentes, cumpliendo con los 88 kilómetros y demostrando que con convicción, no hay imposibles
sábado, 19 de noviembre de 2022 · 02:11

Jesús Peralta/Colaborador
Ensenada, B. C.

La noche del viernes y madrugada del sábado 4 de noviembre, Luz Sánchez, Ana Lucia Carrillo, Melina Guerrero, Elizabeth Coria, Elizabeth Bazán, Marcos Reyes, Eduardo Vidaurrazaga, encabezados por Iván Jiménez y Rosendo Gabriel Velázquez, realizaron la segunda edición de “Una Trotada con Causa”, saliendo  de Rosarito Baja California y culminando en el estacionamiento de Ceart Ensenada. La corredora colombiana Cecilia Escobar, quien actualmente se encuentra en tratamiento de quimioterapias, se sumó al reto corriendo los últimos 42 kilómetros, escoltada por Agustín Guerrero. 
La salida fue en punto de las 22:00 horas del viernes 4 de noviembre en el estacionamiento de VIP cercano de la caseta de cobro de Rosarito Baja California, recorriendo el acotamiento de la carretera escénica, hasta el entronque a la carretera libre Alisitos-La Misión, para continuar el recorrido por la carretera libre, bajar por San Miguel y al pasar por la Delegación del Sauzal, un grupo de atletas porteños se integraron al contingente; quienes, desde el conocido Cuatro Cuatros, venían escoltados por Seguridad Pública Municipal, llegando sanos, salvos y algo cansados a las instalaciones del Ceart a las 12:07 horas del sábado, donde familiares, público, patrocinadores, turistas y personal de algunas dependencias gubernamentales y civiles, recibieron emotivamente con aplausos y llanto a los integrantes de esta heroica locura.
Cumpliendo un total de 82 kilómetros de recorrido en 14:07 horas y superando una altimetría de 865 metros, la agrupación fue escoltada por un vehículo abastecedor, donde José Walterspiel dio la atención terapéutica, medico-abastecedor, acompañado de Jorge Méndez y Carlos Islas. 
En un segundo vehículo portaequipaje y movilidad de emergencia, en caso de ser necesario, se encontraban Luis Ortiz y Ramón Hernández. Además, el vehículo prensa donde el equipo de “Aquí Mix” a cargo de Sonia y Boldo, iban evidenciando el evento y donde Jesús Peralta estuvo “Siguiendo la Huella” con transmisión informativa en vivo cada hora, desde su inicio hasta el final, apreciándose que esta segunda edición se vivió muy diferente a la primera.

SU MOTIVACIÓN
El objetivo principal de esta hazaña fue para solicitar donaciones en especie de pañales desechables, Ensure, pelucas, sueros, las cuales serán donadas a la “Fundación Ensenada Lazos que Unen”, y que atiende a personas en tratamientos de cáncer. También se pide la donación kilo, litro, lata, ropa o juguetes que serán destinados en el mes de diciembre a gente de escasos recursos, mediante el enlace de la iglesia “Una Fe Sencilla”. 
Los centros de acopio son en Uniformes Cisnes, ubicados en Calzada Cortez y calle Mina, el Burro Loco, en Avenida Delante no. 777 y Calle Francisco Ulloa, Fraccionamiento Costa Azul, y para más informes se pueden comunicar al 646-268-50-70. Los integrantes de Hándicap conformado por corredores con una segunda o tercera oportunidad de vida, dejaron en claro que “No eres lo que logras, eres lo que superas”.

CRONOLOGÍA DEL EVENTO
En esta ocasión se contó con el apoyo del INDE para el traslado de los participantes hasta el punto de salida, ubicado en Rosarito. En punto de las 19:00 horas, la delegada del INDE Ensenada, Laura Marmolejo Toscano, ofreció en el CAR Ensenada un pequeño ambigú, así como las palabras de bienestar y buenos deseos para los participantes. Para sorpresa de los asistentes, dentro del protocolo se ofreció una pequeña oración para encomendar y bendecir sus pasos al creador, así como un pase de lista, dando un emotivo realce al evento y moviendo fibras sensibles entre los asistentes presenciales y virtuales. Posteriormente se inició el traslado hasta Rosarito. 
A las 21:00 horas el transporte del INDE llegó a su destino y los participantes pudieron beber algo ‘calientito’, preparar la salida y dar las indicaciones al grupo, donde se llegó al acuerdo de hacer escalas cada cinco kilómetros o cada treinta minutos; después cada uno dedicó palabras emotivas y realizaron una última oración con la fotografía del recuerdo, se vivieron llantos y risas entre los presentes, y después del conteo regresivo, inició la loca carrera con tan solo 9 grados de temperatura. 
A las 23:00 horas apenas iban los primeros 7.5 kilómetros recorridos con clima aún aceptable, donde los corredores reabastecieron en su estación sus ánforas y algunos hicieron cambio de calcetas. A medianoche se sentían algunas ráfagas de viento a casi 16 kilómetros transcurridos y a la una de la madrugada iban culminando sus primeros 21 kilómetros, y solo se veía la fila de luces en el acotamiento de la carretera cuando les tocaban subidas. 
Pasadas las 2:00 de la madrugada, a 30 kilómetros de distancia, llegaron al entronque de Alisitos-La Misión, donde la temperatura se sentía a cinco grados y a las 3:30 de la madrugada, la Misión fue punto de encuentro y cambio de ropa y calzado para algunos; además de revisión a los compañeros Marco y Luz, que se habían caído kilómetros arriba. Hasta el momento la distancia recorrida era de 36 kilómetros y la temperatura se encontraba a 4 grados. 
Posteriormente se internaron a subir la cuesta de la Misión, la cual tenía temperatura de 2 grados y algunas ráfagas de vientos. A las 6:00 de la mañana el grupo se encontraba en Santa Rosa, con una distancia de 48 kilómetros recorridos. La temperatura estaba a 8 grados y ya se dejaban ver los primeros rayos del sol, en este punto, la corredora Colombiana Cecilia Escobar se integra al grupo, al igual que Agustín Guerrero en bicicleta para cuidar a ‘Cecy’. 
A las 7:00 de la mañana, a la altura del poblado de Chichiguas fue la escala del descanso, hidratación y merienda de quienes llevarían 52 kilómetros corriendo en tan solo nueve horas hasta ese momento. El calor humano se hizo notar, entre bromas y risas, pues ya les había amanecido y les deparaban varias sorpresas durante los kilómetros faltantes de recorrido. 

AMANECER CON SORPRESAS
A las 8:30 de la mañana, con 55 kilómetros a cuestas, inició la primera sorpresa para el grupo corredor, la cual era una escala en las instalaciones de Cervecería Artesanal HG, ubicada en el kilómetro 89 de la carretera libre Ensenada-Tijuana, donde exclusivamente fueron recibidos con bebidas calientes, alimentos altos en proteína y sanitarios disponibles. Además de facilitar un espacio para cambio total de ropa y lo que ocuparan, no solo los corredores, sino también el grupo de staff.  
A las 9:00 de la mañana la segunda sorpresa llegó, era un auto y una moto de Seguridad Pública Municipal, quienes, a partir de Cuatro Cuatros, estarían escoltando a los corredores hasta llegar a la meta, acto que emocionó y motivó a los participantes. Sin embargo, las sorpresas apenas iniciaban. 
A las 9:30 horas y a un kilómetro y medio de llegar a San Miguel, con cansancio acumulado después de estar casi doce horas corriendo, fue la que sería (según el programa) la ultima escala programada, para hacer el ultimo cambio de ropa, recargar energía y ánforas. Pero antes de reiniciar el recorrido, se pidió la atención de todos los integrantes, dándose el siguiente anuncio: “Corredores, llegó el momento indicado de entrar a San Miguel y continuar al Ceart, pero también llegó el momento indicado de que cada uno de ustedes tome su celular y abran los mensajes que dicen no abrir”. Atónitos, cada uno comenzó a abrir los mensajes, de los cuales se escucharon vocecitas de niños, esposos, esposas, padres dedicando brevemente un mensaje de ánimo y motivación. Sorpresa que hizo llorar a todos en el momento. Pero faltaba un mensaje, el de la Colombiana Cecilia Escobar (y es que la noche antes, estando en el INDE, llegaron mensajes a los corredores con la leyenda de no abrir, haciéndoles creer que era un spam).
Después de un abrazo grupal y dar palabras motivadoras a Cecilia, reinició la trotada en ascenso, y en plena curva a 500 metros antes de San Miguel, había una carpa, a la cual fueron dirigidos los corredores. En dicha carpa se encontraba Alex, un amigo del grupo que, para sorpresa de todos, comenzó a sacar de una caja un obsequio para Cecilia, el cual era una bandera de Colombia que le enviara una compatriota. 
Dentro de la carpa, había una silla y una maquina de corte de pelo. Mientras ‘Cecy’ emocionada se envolvía en la bandera, Rosendo Gabriel se sentó en la silla y el amigo Alex inicio a rapar a Rosendo, esto en solidaridad con Cecilia, ya que ella esta pasando por quimioterapias a causa de cáncer. Ante el emotivo gesto, la sorpresa continuaba, pues después de Rosendo, le siguió Marco Reyes y posteriormente Iván Jiménez, provocando los sollozos entre los testigos.
Después de las muestras de cariño, aproximadamente a las 10:00 de la mañana se reinició la trotada rumbo a San Miguel. Al llegar a la Delegación Sauzal, un pequeño contingente de corredores se sumó para motivación al grupo, mientras que los automovilistas sonaban su claxon en favor de la odisea y en los puentes los fotógrafos hacían los suyo. 
Al pasar por Cervecería Transpeninsular, empleados de la misma tenían abastecimiento y fruta para los corredores, además de música y un bullicio para motivar. Continuaron el recorrido y al pasar por la curva del Mosquito, hubo quienes se sumaron también al paso de los corredores.
Al entrar al bulevar Costero, las piernas se sentían cansadas, el corazón motivado y el rostro reflejaba la sonrisa de satisfacción por cumplir el objetivo; en pocas palabras, se iba corriendo con el corazón y ondeando las banderas de Colombia y México, esta última portándola Iván Jiménez desde el Sauzal. 
Entre mas se avanzaba, el Ceart se visualizaba y al pasar por el edificio del Riviera, se alcanzaba a ver la multitud de gente portando pancartas de apoyo, también se escuchaba el sonido de la música y aplausos al contingente, y este al escuchar y ver la meta, aceleraba el paso sin perder la unidad del grupo y emocionando a la afición como lo hiciera aquella mañana Ernesto Canto y Raúl González en la olímpica gloria ochentera. A las 12:07 se cruzó la meta y tanto corredores como personal de staff fueron recibidos entre aplausos, abrazos y gritos de alegría acompañados de algunas lagrimas por cumplir el recorrido. 
Laura Marmolejo por parte del INDE, Arturo Rodríguez en representación de Inmudere, personal de la fundación “Ensenada Lazos que unen”, representantes de la Iglesia “Una Fe Sencilla”, y patrocinadores, dedicaron unas palabras a los corredores quienes fueron reconocidos con medallas y placas.
También se premió con medallas a su personal de staff, en emotiva ceremonia sorpresiva. Sin embargo, el mejor premio al esfuerzo se miró reflejado en las donaciones esperadas. 

 
LECCIÓN DE VIDA
Los integrantes de Hándicap conformado por corredores con una segunda o tercera oportunidad de vida, dejaron en claro que “No eres lo que logras, eres lo que superas”

 

 

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