DESDE LA BANCA

Vergüenza a nivel mundial

lunes, 26 de noviembre de 2018 · 00:00

Rubén Resendiz Acuña
Aficionados de River Plate agreden al camión de Boca Juniors, dejando jugadores lesionados.

Imperdonable, insólito, vergüenza, entre otros adjetivos que se le pueden poner a la situación de violencia que se generó antes de la final de la Copa Libertadores de América, en el partido de vuelta entre River Plate contra Boca Juniors.

Todo estaba preparado para un espectáculo que sería grandioso a nivel mundial, cuando de repente empezó a circular la noticia de que el transporte de Boca Juniors había sido atacado por aficionados del Río de la plata, con objetos como: piedras, botellas y gas lacrimógeno, entre otras cosas.

Los elementos Xeneizes arribaron al estadio con dolores de garganta, problemas respiratorios, incluso algunos con cortaduras en la cara y en la cabeza, como el jugador Pablo Pérez, quien posteriormente fue trasladado al hospital.

Todo era un desastre, dirigentes de los equipos de un lado a otro, médicos entrando al vestidor de Boca Juniors, los presidentes de ambos clubes y la Conmebol tratando de arreglar algo que simplemente no se podía creer, ya que obviamente se rumoraba que el encuentro iba a ser postergado para otro fecha; sin embargo, el problema era que ya tenían el estadio Monumental totalmente lleno y eso ponía todavía más nervioso a toda la seguridad y a los dirigentes, pues una cancelación del encuentro podía desencadenar en eventos más violentos.

Es evidente que es una falta de respeto para los aficionados que estaban en el Monumental, pues en lugar de suspender el partido inmediatamente, desgraciadamente los dejaron esperando por cinco horas, engañándolos de que si se iba a jugar, después no y luego sí, ya que hasta empezaron a regar el campo y salieron los árbitros a calentar, no obstante, se tuvieron que retirar, algunos con sus hijos que tenían la ilusión de ver una final tan esperada entre los equipos más famosos de Argentina; sin embargo, sólo vieron golpes con la policía afuera del estadio, incluso adentro, algo totalmente lamentable.

Al final el encuentro se canceló y se postergó para el día siguiente, no obstante volvieron a engañar al mundo, dado que anunciaron que el partido no se podría celebrar de nueva cuenta, pues los elementos de Boca no se recuperaron del golpe psicológico.

Incluso algunos jugadores afectados se pronunciaron: “Pablo Pérez en el hospital y nos obligaban a jugar. Es una vergüenza, es decir, había dos jugadores de nosotros que estaban en el hospital, uno vomitando, yo vomitando. Qué más tiene que hacer River para que le den la Copa”, dijo en entrevista Carlos Tevés

A esto se le sumó el delantero argentino Darío Benedetto, quien declaró que “River tiene tanto peso en la Conmebol y no hacen nada. Con nosotros se portó muy mal. Lo digo en lo personal, no en nombre de Boca. Es una vergüenza”.

Declaraciones que tienen parte de verdad, por ejemplo: lo de la Conmebol que los obligaba disputar el cotejo, sin embargo, otras sólo hablan con el estómago en lugar que con la cabeza, como: que River tuvo que ver para obtener la Copa, según porque tienen mucho peso en la Conmebol, algo que está totalmente fuera de lugar.

Lo que sí es sorprendente es que el conjunto del Río de la Plata tenga que pagar su seguridad en lugar de que se la proporcione el gobierno argentino, porque es su obligación, algo totalmente insólito e irresponsable.

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