El Mundo

Ignoraron agentes ruegos de madre para hospitalizar a niña que murió

lunes, 22 de mayo de 2023 · 00:00

AP
Mcallen, Texas

La madre de una niña panameña de 8 años que falleció bajo custodia de la Patrulla Fronteriza estadounidense dijo el viernes que los agentes ignoraron repetidamente sus ruegos para hospitalizarla mientras sufría dolor de huesos, tenía dificultades para respirar y no podía caminar.
Los agentes afirmaron que el diagnóstico de influenza que se le había dado a la niña no requería hospitalización, indicó Mabel Álvarez Benedicks en una emotiva entrevista telefónica. Sabían que la pequeña tenía antecedentes de problemas cardiacos y anemia de células falciformes.
“A mi hija me la mataron porque ella quedó casi un día y medio sin respirar”, dijo la madre. “Lloraba, suplicaba por su vida y no le hicieron caso. Nada hicieron por ella”.

NOVENO DÍA BAJO CUSTODIA
La niña murió el miércoles en lo que, según su madre, fue el noveno día que la familia pasó bajo custodia de la Patrulla Fronteriza. La política de la agencia señala que las detenciones no deben superar las 72 horas, una norma que suele infringirse durante épocas de mucha actividad.
Es casi seguro que el testimonio genere dudas en torno a si la Patrulla Fronteriza manejó adecuadamente la situación, el segundo fallecimiento de un menor migrante en dos semanas bajo custodia del gobierno de Estados Unidos luego que un enorme incremento en los cruces fronterizos irregulares generó una severa sobrecarga en las instalaciones de detención.

CRUZARON A EU EL 9 DE MAYO
Álvarez Benedicks, de 35 años, contó que ella, su marido y sus tres hijos, de 14, 12 y 8 años, cruzaron la frontera hacia Brownsville, Texas, el 9 de mayo. Cuando un médico diagnosticó que la niña de 8 años, Anadith Tanay Reyes Álvarez, padecía influenza, la familia fue enviada al centro de Harlingen el 14 de mayo. Se desconoce por qué permaneció detenida tanto tiempo.
En su primer día en Harlingen, Anadith se despertó con fiebre y dolor de cabeza, según su madre, que dijo que las instalaciones estaban polvorientas y olían a orina.
Cuando le dijo a un agente que a su hija le dolían los huesos, dice que él le respondió: “Ah, tu hija está creciendo, por eso le duelen los huesos. Dale agua”.
“Yo me le quedé viendo”, señaló Álvarez Benedicks. “¿Cómo va a saber él, si no es doctor?”

RECHAZARON PETICIÓN
Según su relato, un médico le dijo que el dolor estaba relacionado con la influenza. Ella pidió una ambulancia para llevar a su hija al hospital porque tenía dificultad para respirar, pero no lo autorizaron.
“Yo sentí que no me creían”, manifestó.
Anadith recibió solución salina, una ducha y fármacos contra la fiebre para recudir su temperatura, pero sus problemas respiratorios continuaban, indicó su madre, agregando que el dolor de garganta le impedía comer y que había dejado de caminar.
En un momento dado, un doctor le pidió a los padres que regresasen si Anadith se desmayaba, contó Álvarez Benedicks. Volvieron a rechazar su petición de una ambulancia cuando le comprobaron la presión arterial el miércoles.

SIN SIGNOS VITALES
Más tarde en el día, se llamó a la ambulancia cuando la niña perdió el conocimiento y le salía sangre por la boca, afirmó la madre, que insiste en que su hija ya no tenía constantes vitales en el centro de la Patrulla Fronteriza, antes de salir hacia el hospital.
La familia se aloja en un albergue para migrantes en McAllen, Texas, y busca dinero para trasladar los restos mortales de su hija a la Ciudad de Nueva York, su destino final en Estados Unidos.


 

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