RAÍCES

El Museo de Historia de Ensenada

Ubicado en el Riviera consta de siete salas, donde se puede conocer el devenir histórico del municipio, desde su etapa indígena hasta nuestros días
sábado, 21 de diciembre de 2013 · 20:21
Ensenada, B.C. - El Museo de Historia de Ensenada es una institución sin fines de lucro, cuyo objetivo es promover el conocimiento y disfrute de las herencias de Ensenada, especialmente las históricas y arqueológicas. 
Sus instalaciones se encuentran dentro del edificio del Centro Social Cívico y Cultural Riviera, a un lado del salón Casino, aunque su acceso es por el paseo de las banderas, frente al boulevard Costero. 
El Museo consta de siete salas, donde se puede conocer y apreciar el devenir histórico de Ensenada, desde su etapa indígena hasta nuestros días, pasando por la etapa misional, de los navegantes y exploradores y minera. A través de una serie de colecciones de objetos antiguos y modernos, así como de fotografías, mapas y gráficas, el visitante podrá apreciar muchos de los aspectos históricos de la región. Todo se encuentra explicado en textos claros y breves, tanto en español como en inglés.
El museo está abierto todos los días, excepto los lunes, de las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Su costo de entrada es de 20 pesos por adulto y 10 por niños y estudiantes.

Proyecto ciudadano
El Museo de Historia de Ensenada es un proyecto ciudadano que tuvo su origen en el rescate de parte del material arqueológico del conchero de las Rosas, llevado a cabo entre 1988 y 1992 por los miembros del Taller de Arqueología de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), dirigidos por Carlos Lazcano. 
La inauguración oficial del museo se dio en 1991 gracias a los esfuerzos de Natalia Badán y Carlos Lazcano por parte de la UABC, el Club Rotario Ensenada Centenaria, don José Luis Fernández Bandini -en ese tiempo administrador del Centro Social Cívico y Cultural Riviera-, y muchas personas más que dieron su apoyo de muy diversas maneras.
Para su buen funcionamiento y financiamiento se formó un patronato en el que participaron distinguidas instituciones y personajes de la comunidad. Este patronato nombró como primer director a Carlos Lazcano quien permaneció en él durante tres años. Lo sucedió Manuel Ibarra quien se mantuvo hasta el año 2010. Continuó un periodo difícil en que el museo no tuvo una dirección definida y el patronato casi desaparece. Sin embargo, actualmente se reorganizó el patronato, quedando al frente de éste el doctor Víctor Lozano, quienes nombraron a Raúl Villarino y Carlos Lazcano nuevos directores del museo, quienes actualmente lo están renovando. En esta nueva etapa el ingeniero Enrique Courtade y el señor Rafael González Batrina, secretario y tesorero del patronato, con apoyo de todo el grupo, han desplegado una importante actividad básicamente como voluntarios e interesados en que este proyecto florezca de nuevo y brinde un importante servicio a la comunidad de Ensenada.

El más antiguo
Es importante destacar el hecho de que el Museo de Historia de Ensenada es el más antiguo de Ensenada, proyecto que pronto cumplirá 25 años. Además este proyecto nació de un movimiento ciudadano por preservar nuestra herencia y memoria histórica. Vale la pena apoyarlo para que siga existiendo. 
A la primera sala del Museo se le conoce con el nombre de Sala Indígena y en ella se muestra a los grupos indígenas del estado de Baja California y su encuentro ante la cultura hispana. 
Se muestra una serie de fotografías de los grupos que hoy quedan como son los cucapá, pa-ipai, kumiai y kiliwa, igualmente se tiene un mapa que ubica las actuales comunidades indígenas de nuestro estado.
También se muestra parte de la cultura material de los grupos indígenas, como es la cestería, la cerámica, el trabajo de textiles como las redes y sandalias, así como herramientas de piedra, en especial los metates y los morteros. En esta sala se tiene un amplio diorama, con un excelente mural, que representa al conchero de Punta Banda, uno de los sitios mayormente habitados por los indígenas kumiai en la antigüedad. Igualmente se muestra otro mural que representa como pudieron ser las rancherías indígenas en Ensenada.
Después de la sala indígena un pasillo con escaleras conduce a la segunda, pero este pasillo se acondicionó para representar algunos de los estilos de arte rupestre más importantes de Baja California, en especial el Gran Mural, que es uno de los más espectaculares del mundo.

Salas de exhibición
La segunda sala muestra algo de la arqueología de Baja California, pero en especial del municipio de Ensenada. Ahí se exhiben piezas antiguas originales, ollas, metates y puntas de flechas, así como ornamentaciones elaboradas con concha de abulón y lapa que se localizaron en el conchero de las Rosas, así como otros objetos.
Después de la segunda sala se sube una escalinata y al final se llega a la tercera sala, donde se expone sobre la época de los descubrimientos y navegantes. Una serie de mapas muestra las rutas de exploración de cómo se fue descubriendo la península de Baja California, empezando por las navegaciones enviadas por Hernán Cortés. 
En una de las vitrinas se muestra un galeón a escala y se explica la influencia que tuvieron sus navegaciones en el devenir histórico peninsular. También se exhiben reproducciones de mapas antiguos en donde se aprecia a la Baja California cono isla, un error cartográfico que se originó a principios del siglo XVII y perduró hasta bien entrado el siglo XVIII.
Uno de los extremos de la tercera sala da acceso a la cuarta sala, la misional, la que en realidad es un pasaje en donde se exhibe una serie fotográfica de cada una de las misiones de toda la península de Baja California. 
Esta muestra es bastante interesante ya que supuso recorrer todas estas misiones lo cual no es fácil y lleva su tiempo. Se muestran fotos inclusive de las más inaccesibles como lo es la de San Pedro Mártir, la cual requiere de dos días para poder llegarle, ya sea a pie o a caballo, los únicos medio para poder visitarla. 
Desde luego, la muestra incluye una breve semblanza de cada misión, con las fechas de fundación y los nombres de los fundadores. En los inicios de esta sala hay una muestra de objetos misionales como una imagen de bulto, exvotos, trenzas depositadas durante las fiestas misionales, así como otros objetos.
Al final de la sala misional se accede a la quinta sala, la Sala de Minería. Esta sala es la más reciente y en ella se exhiben objetos de la minería del siglo XIX y principios del siglo XX. No hay que olvidar que la ciudad de Ensenada fue fundada gracias al auge de la minería en Real del Castillo, por lo que sus inicios están muy ligados a esta actividad. 
También se muestra viejas fotografías de tales tiempos, concesiones mineras firmadas por Porfirio Díaz, en ese tiempo presidente de la República, rifles, lámparas, etc. Destaca la recreación de un tiro minero, con un túnel y carrito de tren.
De la sala de los navegantes y exploradores se accede a la sexta sala, en la que se montan exhibiciones temporales, es decir que duran montadas poco tiempo, generalmente un par de meses. 
En estos días presenta una exhibición de fotografías de 1928 a 1930, cuando el Riviera estaba siendo construido. Las fotografías fueron tomadas por el arquitecto James Miller, quien fue el constructor del Riviera. 
Las fotos están muy bien tomadas y muestran como era de hermosas las playas que hoy han sido sustituidas por el puerto y por el boulevard Costero. Estas fotografías nos trasladan a otra época en que Ensenada aún era una ciudad incipiente y su industria turística se iniciaba.

Visita obligada
Finalmente el recorrido termina en lo que es la tienda-recepción del museo, en donde se pueden adquirir diversos suvenir históricos, así como libros de la historia local y regional.
Lo invito, estimado lector, para que visite el Museo de Historia de Ensenada, un espacio dirigido y pensado para los ensenadenses. Recuerde, abierto todos los días (menos el lunes) de las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde. Un espacio para aprender, compartir y disfrutar nuestra historia.

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