Alertan por trastorno de atracón decembrino

Gerardo Sánchez/EL VIGÍA
gsanchez@elvigia.net | Ensenada, B. C.

¿Come sin parar durante los festejos decembrinos?, podría sufrir el Transtorno del Atracón, según especialista de la Escuela de Psicología del Cetys Universidad campus Tijuana, Marina Alvelais Alarcón.

Explicó que este trastorno alimenticio se deriva de la relación que generamos desde infantes con la comida, es entonces cuando se crea un marcador biológico y afectivo.

En el último mes del año una persona promedio puede incrementar su consumo hasta 3 mil 500 calorías al día, en dependencia de sus hábitos durante sólo un mes y esto podría significar un aumento de peso de cinco hasta diez kilos.

Sobre todo -agregó- si a estos niveles de consumo se le combina una disminución drástica o total de actividades físicas.

Ingesta compulsiva
El trastorno por atracón -dijo- se caracteriza por episodios de ingesta compulsiva en un determinado tiempo, ingiriendo una cantidad de comida mayor de lo que puede ingerir una persona en poco tiempo, acompañado por la sensación de pérdida de control.

Realmente no se tiene hambre, por lo tanto, la persona termina sintiéndose culpable. A diferencia de la bulimia, quienes padecen este trastorno no controlan el exceso de comida por medio del vómito ni abuso de laxantes, indicó Alveais Alarcón.

El festejar un cumpleaños lo relacionamos de forma automática con alimentos, al igual que las fiestas decembrinas. Se genera una asociación entre la satisfacción y la comida, pudiendo generarse una distancia entre lo que quiero y lo que tengo.

Destacó que existen factores contextuales como el incremento de la tradicional oferta gastronómica en diciembre, tal es el caso del pavo relleno, el puré de papa, tamales, pierna o lomo de cerdo, bacalao, pozole, romeritos, ensalada de manzana o de bombón, etcétera, más la extensa variedad de postres.

Además del consumo excesivo de alimentos, se deben considerar en la ingesta los aperitivos y el alcohol.

Alvelais Alarcón recomendó comer conscientemente y acudir con un nutriólogo para mantener un balance entre alimentación, actividad física y asociaciones con la comida. Es importante -concluyó- mantener un monitoreo a los pensamientos afectivos que provocan estas fechas y considerar en cualquier momento acudir con un psicólogo quien forma parte de los especialistas para atender las situaciones de abuso del alcohol o la comida.