El Descubrimiento de Ensenada

CARLOS LAZCANO/COLABORACIÓN
carloslascano@hotmail.com | Ensenada, B. C.

Con motivo de celebrar el 137 aniversario de la fundación de nuestra ciudad, ocurrido el 15 de mayo de 1882, continuamos con la serie de artículos con los momentos más importantes de nuestra ciudad.

Hace poco, publicamos el primer artículo de la serie, en donde comentamos sobre los grupos indígenas que habitaban en nuestra bahía antes de que existiera la ciudad.

El 17 de septiembre de cada año, se lleva a cabo en nuestra ciudad una ceremonia oficial en recuerdo al día en que el navegante español Juan Rodríguez Cabrillo descubriera la Ensenada de Todos Santos y tomara posesión de ella, a nombre del rey de España.

Rodríguez fue el primer europeo en navegar por las costas del extremo norte de Baja California y toda la costa del actual Estado de California, Estados Unidos, entre los años 1542 y 1543. Fue un notable navegante y el primero en poner a Ensenada en la cartografía mundial. Cabrillo estuvo en Ensenada entre el 17 y el 23 de septiembre de 1542, bautizándola con el nombre de “San Mateo”, el cual no prosperó.

EN BUSCA DE LAS CIUDADES DE ORO
La expedición de Cabrillo fue enviada por el virrey don Antonio de Mendoza. Entre sus objetivos importantes estaba el de explorar la costa del Pacífico Norte de América, así como el de encontrar noticias sobre las míticas Siete Ciudades de Oro.

Cabrillo partió del puerto de Navidad (hoy Barra de Navidad, Jalisco), el 27 de junio de 1542, al mando de dos embarcaciones. Acompañaban a Cabrillo marineros, soldados, indios, esclavos africanos, un sacerdote, alimentos para dos años, animales en pie y mercancías. Cabrillo comandaba la flota a bordo del navío San Salvador, buque insignia que él mismo había construido.

Después de zarpar enfilaron hacia la península de Baja California, la cual tuvo a la vista el 3 de julio. Arribaron a San José del Cabo y allí se proveyeron de agua. El 13 del mismo mes, llegaron a la bahía de Magdalena. El 5 de agosto desembarcaron en la Isla de Cedros y permanecieron en ella hasta el día 10 del mismo mes.

Prosiguieron su viaje hacia el norte, costeando y levantando mapas. El 20 de agosto llegaron a Punta Baja (a la altura del Rosario), último punto conocido hasta entonces por los españoles, y el 21 descubrieron la bahía de San Quintín, tomando posesión de ella y nombrándola “Puerto de la Posesión”.

“PUERTO MUY BUENO Y SEGURO”
El 17 de septiembre llegaron a Ensenada y el 28 de septiembre encontraron un “puerto muy bueno y seguro”, que es la actual bahía de San Diego, California, a la que Cabrillo nombró San Miguel, en honor al santo del día.

Los navegantes continuaron por toda la costa del actual Estado de California, entonces totalmente desconocidas para los europeos, y fueron registrando la mayor parte de sus accidentes geográficos, bautizándolas con sus primeros nombres no indígenas.

Para mediados de noviembre de 1542 alcanzaron un poco al norte de la actual bahía de San Francisco, sin llegar a descubrirla. El frío invierno los obligó a invernar y regresaron a refugiarse a las islas del Canal de Santa Bárbara. Debido a una caída accidental, Cabrillo se fracturó un brazo infectándosele la herida. Murió a principios de enero de 1543, a consecuencia de dicha infección. Fue enterrado en la isla San Miguel.

El mando de la expedición recayó en Bartolomé Ferrelo.

En febrero de 1543 continuaron las exploraciones al norte y el 1 de marzo alcanzaron hasta el paralelo 42, en los actuales límites de los Estados de California y Oregon, siendo el máximo avance que alcanzaron. Regresaron a Nueva España alcanzando el puerto de Navidad el 14 de abril.

CONTEXTO DE LA NAVEGACIÓN
La navegación de Juan Rodríguez Cabrillo representó la última de toda una etapa de exploraciones y descubrimientos que duró diez años y la inició Hernán Cortés al enviar una serie de expediciones marítimas, para explorar el Pacífico norte de México.

La primera de ellas fue enviada en 1532, pero pronto fracasó y solo alcanzó hasta las costas del norte de Sinaloa.

En 1533 envió a su primo Diego Becerra al mando de una nueva navegación. Durante ésta ocurrió un motín, capitaneado por el piloto Fortún Ximenez, asesinando a Becerra y en rebeldía continuaron navegando. Así se toparon con la península californiana, desembarcando en La Bahía de La Paz, hacia fines de 1533. Fortún y la mayoría de sus hombres fueron muertos por los indios guaycura y los pocos sobrevivientes huyeron, dando noticia del descubrimiento.

Así Cortés organizó una nueva entrada, en 1535, en la cual él personalmente se puso al frente. Durante ésta, Cortés arribó a La Paz y fundó un primer asentamiento al cual nombró Santa Cruz. Un año permaneció cortés en la península, explorando y descubriendo su parte sur, desde los Cabos hasta la Bahía Magdalena.

Para 1539, Cortés envió una nueva navegación, al mando de Francisco de Ulloa, la que exploró toda la costa del Mar de Cortés, dobló en Cabo San Lucas y exploró la mayor parte del Pacífico peninsular, hasta alcanzar la Punta Baja, a la altura del paralelo 30.

Como Cortés se fue a España y ya no continuó las exploraciones del Pacífico, fue el virrey de la Nueva España quien las prosiguió, y así envió a Rodríguez Cabrillo, quien tuvo los resultados ya descritos.

Después de Cabrillo, pasarían unos 230 años para que España explorara más al norte de lo alcanzado por él.

En noviembre de 1602, estuvo en nuestra bahía el navegante Sebastián Vizcaíno, quien estuvo cartografiando a detalle toda la costa del Pacifico norte que se conocía hasta entonces.

Vizcaíno no respeto el nombre de “San Mateo”, puesto a la bahía por Rodríguez, y así le puso otro nombre: “Ensenada de Todos Santos”, el que permanece hasta nuestros días, y del cual se derivó el nombre de nuestra ciudad.