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300 años de la fundación de Nuestra Señora del Pilar de La Paz

Varios intentos por fundar una ciudad en la Bahía de Santa Cruz, llamada así por el mismo Hernán Cortés, no se lograba por la hostilidad de los indígenas
jueves, 5 de noviembre de 2020 · 00:14

Carlos Lazcano/COLABORACIÓN
carloslascano@hotmail.com | Ensenada, B. C.

Fueron muchos los intentos de establecer algún tipo de fundación en la bahía de La Paz. El primero de ellos lo realizó Hernán Cortés en 1535. Cortés bautizó la bahía con el nombre de Santa Cruz, ya que llegó a ella un tres de mayo y fundó un pueblo, el Puerto de Santa Cruz, el que funcionó un poco más de un año.

Fue en ese tiempo que la península recibió el nombre de California.
Posteriormente, en 1596 el navegante Sebastián Vizcaíno efectuó otro intento de establecer un poblado en dicha bahía, el que igualmente fracasó. Fue él quien le puso en ese tiempo el nombre de La Paz, el que se conserva hasta nuestros días. 


Casi cien años después, en 1683, fue el padre Kino y el almirante Atondo quienes efectúan un nuevo intento al pretender fundar en la bahía la misión de Nuestra Señora de Guadalupe de Californias, la que únicamente funcionó cuatro meses ya que entraron en fuerte conflicto con los guaycura de la bahía.


En 1716 el padre Juan María Salvatierra hizo otro intento de establecer una misión en la bahía, pero fracasó debido a la hostilidad de los indios guaycura, quienes nunca olvidaron los agravios que sufrieron por parte del almirante Atondo, cuando se pretendió fundar un pueblo en 1683.


El 3 de noviembre de 1720 los padres Juan de Ugarte y Jaime Bravo salieron en barco de Loreto hacia la bahía de La Paz con el fin de hacer un nuevo intento por establecer una misión la bahía. La navegación la hicieron en “El Triunfo de la Cruz”, el primer barco construido en California. Así, gracias al patrocinio del Marqués de Villapuente y a la mejor disposición de los guaycura, el tres de diciembre de dicho año, los padres Bravo y Ugarte pudieron fundar la misión de Nuestra Señora de la Paz, en un paraje que los indios llamaban Airipí. 


A los pocos días del establecimiento llegó por tierra a la misión el padre Clemente Guillén, quien abrió el primer camino terrestre entre las misiones de Loreto y La Paz, lo que mucho ayudó a consolidar esta naciente misión.


En sus primeros años esta misión dependió de los suministros que se le enviaban por barco desde Loreto. Llegó a tener tres sitios de visita: San Blas, Ángel de la Guarda y San Hilario.

 

Padre Jaime Bravo
El padre Jaime Bravo era nativo de Aragón, España, en donde nació en 1684. Llegó A California en 1705 acompañando al padre Juan María Salvatierra. Fue hasta 1719 que se ordenó sacerdote en la ciudad de Guadalajara. Estuvo en la misión de La Paz durante ocho años y posteriormente regresó a Loreto. Fue Superior de las misiones californianas. Murió en la misión de San Francisco Javier Vigeé-Biaundó, en 1744. Sus restos descansan en la misión de Loreto, dentro del templo que él mismo levantó.
Sustituyó al padre Bravo el padre William Gordon, quien se mantuvo hasta 1734. En ese año hubo una fuerte rebelión entre los pericú y los guaycura, por lo que el padre Gordon se vio forzado a refugiarse en la isla Espíritu Santo y posteriormente en Loreto, por lo cual la misión permaneció abandonada hasta 1736. 


Durante esta rebelión, la que no fue fácil dominar, fueron destruidas cuatro misiones; la de Nuestra Señora del Pilar de La Paz, San José del Cabo, Todos Santos y Santiago de los Cora. Además fueron asesinados los misioneros Lorenzo Carranco y Nicolás Tamaral.


Aunque la misión se restableció en el citado año de 1736, ya nunca volvió a funcionar bien y su uso fue ocasional. En este periodo fue el padre Sigismundo Taraval quien atendió la misión. En 1742, 1744 y 1748 ocurrieron fuertes epidemias que redujeron drásticamente la población indígena, así, la poca población que le quedaba fue traslada a la misión de Santa Rosa de las Palmas, hoy Todos Santos. 

 

Construyen catedral
Esto marcó el abandono permanente de la misión, la que ya nunca se recobró. Incluso, poco a poco tanto los guaycura como los pericú se fueron extinguiendo y hacia principios del siglo XX ya no quedaba ninguno.


Aunque la misión fue abandonada, en la bahía hubo un poco de presencia ya que se le siguió utilizando como puerto para aprovisionar y apoyar a las misiones. No fue sino hasta 1811 que el soldado José Espinoza pasó a residir a la bahía, lo que marcó el nacimiento de la actual ciudad de La Paz, en Baja California Sur.


Hacia mediados del siglo XIX, muy cerca de donde estuvo la misión, fue levantado el hermoso edificio que hoy es la Catedral de La Paz.


La bahía de La Paz es la única región de Baja California que tuvo dos misiones; en 1683 Nuestra Señora de Guadalupe de Californias, y entre 1720 y 1749 Nuestra Señora del Pilar de La Paz Airipí. Hoy La Paz es una hermosa ciudad, capital del Estado de Baja California Sur. Recuperó desde mediados del siglo XIX esa vocación de sede peninsular que le quisieron dar muchos exploradores, navegantes y misioneros y que se perdió por los conflictos con los guaycura.


La bahía sigue siendo hermosa, en medio de uno de los escenarios más bellos de todo México; el mar de Cortés y su gran costa, llena de islas y parajes, con mucha historia, de la cual se sienten orgullosos sus habitantes.


 

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