Tome fibra y mucha agua para evitar la apendicitis

KARLA PADILLA/EL VIGÍA
kpadilla@elvigia.net | Ensenada, B. C.

La apendicitis puede desarrollarse por distintos factores que van desde la presencia de un componente genético hasta consumir accidentalmente semillas de algunas frutas o verduras, señaló Fortino Guerrero Sauceda.

El director de la Unidad de Medicina Familiar Número 27 del IMSS en Baja California explicó que la capa interna de la mucosa del apéndice se inflama, casi siempre por infecciones, y puede provocar que se cierre el conducto y se llene de pus.

“Puede ser porque un pequeño pedazo de materia fecal obstruye la luz del apéndice o bien, llegan parásitos como la amiba que pueden tapar y provocar la inflamación, además de otras causas como ingerir semillas de jitomate, chile o guayaba, que pueden ingresar y obstaculizar el área”, detalló.

El apéndice, comentó, es un vestigio que se origina cuando se forma el intestino grueso o colon, que tiene un aspecto de “bolsa” de entre 6 y 7 centímetros de longitud y un hueco al interior.

Destacó que este órgano no tiene una función vital, sin embargo, es susceptible de inflamarse y propiciar que el paciente requiera una cirugía de emergencia; y es un padecimiento que suele diagnosticarse entre los 8 y 30 años, aunque con mayor frecuencia en la etapa de adolescencia.

Guerrero Sauceda señaló que los síntomas característicos son dolor, fiebre y sudoración; por lo regular da inicio en la boca del estómago y conforme pasan las horas, va en aumento y tiene un trayecto hacia la zona pélvica del lado derecho; las molestias también pueden incluir vómito, pérdida del apetito y malestar general en el paciente.

Ante las primeras manifestaciones, advirtió, se debe acudir de inmediato al médico, ya que de no atenderse con oportunidad, la apendicitis puede derivar en perforación, inundar la cavidad abdominal y ocasionar peritonitis, que puede llevar a la muerte.

Mantener una dieta rica en fibra y beber por lo menos dos litros de agua al día para mejorar la función intestinal y disminuir la posibilidad de que este órgano sea obstaculizado con la acumulación residual de semillas, parásitos o heces fecales puede ayudar a prevenir este padecimiento, concluyó.