Desafíos en educación después de la pandemia

KARLA PADILLA/EL VIGÍA
kpadilla@elvigia.net | Ensenada, B. C.

La pandemia a causa de Covid-19 enfrentó a la educación en México con importantes desafíos en las decisiones del Estado, que es quien determina a quién, cómo y qué enseñar, lo que representa grandes áreas de oportunidad en el sector educativo para un futuro esperanzador.
Así lo dio a conocer Ana Elizabeth Razo Pérez, quien participó en el Seminario Permanente del Doctorado en Educación de Cetys Universidad, con el tema “La respuesta educativa a la pandemia: desafíos y oportunidades desde la política educativa”.
Razo Pérez, profesora investigadora Cátedra Conacyt-CIDE en el Centro de Investigaciones y Docencia Económicas, destacó que México ya enfrentaba un severo problema educativo previo a la pandemia, pues de acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), para 2019 cerca de 5 millones de niños y adolescentes entre 3 y 17 años no asistían a clases.
Entre otras estadísticas, mencionó que, según el censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2021 cerca de 4.5 millones de personas, la mayoría adultos mayores, no sabían leer ni escribir; además que 45 por ciento de los estudiantes de 15 años no alcanzaba los aprendizajes suficientes en lectura y ciencias; mientras que el 56 por ciento no lograba competencias suficientes en matemáticas y menos del 1 por ciento de los jóvenes podía distinguir un hecho de una opinión.

Repensar la escuela
Durante la charla, la académica destacó algunos desafíos, como repensar la escuela y redefinir el aprendizaje, esto entendiendo que, si el aprendizaje es interesar, entonces pensar en cómo los educadores están interesando al estudiante, pues aseguró que el ingrediente más poderoso para el aprendizaje es la curiosidad y tiene que ver con cómo se conceptualiza el aprendizaje.
“La política está centrada en qué se va a enseñar, cambiar contenidos, disputas entre qué materiales llevar al salón de clases, pero no en un debate intenso sobre cómo educar y para qué educar; eso me preocupa porque me hace pensar que la pandemia no nos dejó suficientes lecciones para saber qué es la escuela y cómo repensamos la escuela”, lamentó.
Entre otros desafíos, señaló el que nadie quede fuera de la escuela, principalmente las poblaciones más vulnerables, que son las que enfrentan mayor desventaja, como las poblaciones migrantes, las personas con discapacidad, o las niñas y mujeres que, durante la pandemia, asumieron labores de cuidado y trabajo doméstico en apoyo al hogar, expuestas a condiciones de violencia y vulnerabilidad, además de la interrupción de las posibilidades de aprendizaje.