Eventos culturales y artísticos ¿ir o no ir? esa es la cuestión

domingo, 20 de agosto de 2017 · 00:00
Por Minerva Muñoz*

Escuchamos hablar de eventos culturales y artísticos en todas partes, pero ¿por qué y para qué asistir?
Los productos artísticos están emparentados al ser parte de la cultura. Pero a qué se refiere lo cultural y lo artístico ¿son la misma cosa?

A pesar de que el concepto de cultura, ya sea en construcción teórica para estudiar la interacción y comportamiento de los seres humanos, la noción de cultura persiste en el uso cotidiano, científico, académico, comercial, político y más.

Para los estudiosos de la cultura ésta abarca los conocimientos, creencias, arte, leyes, moral, costumbres, las capacidades y hábitos adquiridos que se reconocen como rasgos en común en una sociedad. 

Es decir, esta en todos lados: en los lugares de trabajo, de entretenimiento, educativos, espirituales, en espacios naturales; en lo que se ve, come, huele, viste, escucha; en lo qué y cómo se piensa y se siente.

Durante siglos la cultura se ha relacionado con el conjunto de habilidades cognitivas, de distinción social, conocimientos y preferencias que, como un manto, cobija al individuo donde la superioridad del ser humano, la razón, el manejo de información, el conocimiento fáctico y el arte son su objetivo y sostén.

Era y es para muchos una aspiración de perfeccionamiento del humano a través de la razón -de la ciencia, el arte y otros aspectos culturales- siendo solo una. 

Esta visión de la cultura, donde el arte esta inmersa y forma parte de sus manifestaciones y su contexto, continúa hasta nuestros días, distinguiendo a la élite de alta cultura, separando a los individuos cultos de los que no. 

Esto no siempre ha sido así. Habemos quienes consideramos que la cultura es una dimensión de la vida humana accesible a todos. Es un derecho. La cultura es el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad; es una experiencia y participación compartida en constante transformación y creación.

El arte y su percepción
El arte es una actividad creadora del hombre que elabora objetos y productos que son valorados por agentes que participan del sistema del arte y la sociedad, por lo tanto es parte de la cultura.

Para el filosofo francés Jacques Rancière la noción de arte designa una forma de experiencia específica que existe en Occidente desde fines del siglo XVIII. 
Se trata del tejido de experiencia sensible, de las maneras de percibir y ser afectado dentro del cual se producen las obras de arte. 
Se refiere a los lugares de representación y exposición, formas de circulación y reproducción; también a modos de percepción y de emoción, y esquemas de pensamiento que las clasifican y las interpretan. 
Estas condiciones son los que hacen posible que formas, colores, palabras, movimientos y ritmos, se sientan como acontecimientos y se asocien a la idea de creación artística. Esto es, se sientan y se piensen como arte.

La percepción, sensación e interpretación del arte se constituye y se transforma al acoger las imágenes, los objetos y las prestaciones mundanas que parecían más opuestos a la idea del arte bello, y lejos de arruinarse se define, intercambiando por ejemplo las formas "ideales” del arte de la historia, por las del movimiento, la luz y la mirada, construyendo así su propio dominio al desdibujar las especificidades que definían las artes y las fronteras que las separaban del mundo trivial. 

"El arte existe como mundo aparte desde el momento en que cualquiera puede entrar a él”, afirma Rancière.

Por otro lado, los principios básicos para reconocer una obra artística, según el crítico de arte Arthur C. Danto, es que proyecte una actitud, un punto de vista que sea una declaración del artista acerca de algo, que conforme un discurso sugerente donde no solo el artista sea partícipe sino también el público a través de su interpretación, y que sea consecuente a su tiempo y espacio; que esté dentro de un trasfondo social.


La transformación de nuestra cultura 
En la actualidad, en la época donde el espectro de productos artísticos es muy amplio, y  la  apariencia  y  la  popularidad  están  sobrevaloradas,  las  obras  de  arte  y  su apreciación no sólo se relacionan con la creatividad o con la genialidad técnica o expresiva del artista sino muchas veces con su prestigio, poder adquisitivo y estatus.

La apreciación tiene que ver con lo que pasa por los sentidos y cómo es interpretado. Es darle valor a eso que es percibido. Tiene que ver con las experiencias individuales, en como se refiere lo nuevo con lo ya conocido y como esto llega a incorporarse 

Lo que resulta grato, bello, cautivador o desagradable, incomodo o repulsivo se relaciona con el gusto personal, el lugar en que se vive, crece y desarrolla, las personas con las que se convive, entre muchas otras factores; está relacionado con la cultura. No a la alta o baja, sino a los gustos, intereses y experiencias propias y en sociedad.

Al asistir a un evento cultural o artístico se participa de un hecho cultural. Específicamente, asistir a un acontecimiento artístico se forma parte de una experiencia de lo sensible. Esto forma parte de la participación, creación y transformación de nuestra cultura.

"Los productos artísticos están emparentados al ser parte de la cultura. Pero a qué se refiere lo cultural y lo artístico ¿son la misma cosa?”

*Bailarina y maestra en Ciencias Físicas y Artes.

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