Smashing Pumpkins, fantasía psicótica alimentada por la nostalgia

sábado, 22 de diciembre de 2018 · 10:15

Por Juan Alberto Montes*

Según el Diccionario de Psicología, la psicosis provoca “una distorsión completa de la realidad, con presencia de alucinaciones, delirios y deficiencias en la percepción, memoria y lenguaje”.

Nuestra realidad está cubierta con una capa de lenguaje que la describe y existe una batalla estéril por el cómo adjetivar el entorno en lugar de actuar directamente para su modificación tangible.

Es por ello que a veces, psíquicamente es más importante el simulacro que la verdad y con base en estos delirios fantasiosos, algunos pueden creer que volvieron los Smashing Pumpkins (empezando por sus miembros) a pesar de que no se habían ido.

Smashing Pumpkins, una de las bandas más importantes del rock alternativo, se “reunió” este año, sacó un álbum llamado Shiny and Oh So Bright, Vol. 1 y está actualmente de gira.

La alineación actual está formada por su líder, guitarrista, cantante y compositor, William Patrick Corgan, el guitarrista James Iha, el baterista Jimmy Chamberlin (tres de los cuatro miembros originales), el guitarrista Jeff Schroeder y como bajista del tour, Jack Bates (quien, por cierto, es hijo de Peter Hook).

Este último sustituye a la bajista original D'arcy Wretzky, con quien Corgan no logró limar asperezas y por ende no fue requerida.

 

¿Qué está pasando en el mundo tangible?

Smashing Pumpkins fue, es y siempre será el proyecto solista de Billy Corgan. Es verdad que en imagen es una banda y por ende tiene miembros más entrañables que otros, sin embargo, sus músicos son un factor postizo y decorativo.

Es parte fundamental de la mitología Pumpkin que, además de la composición total, la ejecución en el estudio de bajo, guitarra y teclados era llevada a cabo casi en su totalidad por Billy Corgan.

Chamberlain es el único músico de todas las alienaciones de los Smashing que ha dejado una aportación real al sonido del grupo, ya que, a diferencia de los demás integrantes que han pasado, es mejor instrumentista que Corgan.

Para el actual tour de reunión la única novedad es el regreso de James Iha, un guitarrista que siempre fue opacado por el líder de la banda.

La verdad es que la presencia de Iha es un acto que aporta más a la nostalgia que a la música, por lo que si está o no (y lo mismo aplica  para Wretzky) es un dato poco más que anecdótico.

 

Tour, álbum y camiseta de la post-verdad

Corgan está vendiendo boletos para el tour de reunión de una banda que ha estado sacando discos y girando desde 2007 sin parar, año en el que retomó el nombre de la banda que había abandonado en el 2000.

Si un álbum de Smashing Pumpkins es bueno o malo depende directamente si Corgan está en un buen nivel creativo o no.

El tour de “reunión” ameritaba en el papel hacer un disco digno de los brillantes primeros cinco: Gish (1991), Siemaese Dream (1993), Mellon Collie… (1995), Adore (1998) y Machina… (2000).

Shiny and Oh So Bright, por el contrario, consiste en ocho canciones que posiblemente son las más débiles del catálogo post 2000 de Corgan.

Estos temas se pueden dividir en dos tipos de auto plagio:

  • Los que quieren ser el nuevo “1979”/“Tonight Tonight”: “Knights of Malta”, “Silvery Sometimes”, “Travels”, “Alienation” y “With Sympaty”
  • Los que quieren ser el nuevo “Zero”/“Bullet With Butterfly Wings: “Solara”, “Marching On” y “Seek and You Shall Destroy”

Al menos hay dos delirios de Billy Corgan en los adjetivos del título del álbum, sin embargo, su tour de reunión, sin duda es más real que las luchas de la National Wrestling Alliance, compañía de la que, al igual que Smashing Pumpkins, es propietario.

 

*El autor es experto en G. W. F. Hegel.

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