Vida

Trastornos de pandemia

Los desórdenes de sueño se disparan ante la disminución de la actividad física y el uso excesivo de dispositivos electrónicos, consecuencia del aislamiento por Covid-19
miércoles, 31 de marzo de 2021 · 00:00

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

El home office, la disminución de la actividad física y el uso excesivo de dispositivos electrónicos, consecuencia del aislamiento por Covid-19, han intensificado los desórdenes a la hora de dormir, alertan expertos.

Ulises Jiménez, psicólogo y especialista de la Clínica de Trastornos de Sueño de la UNAM, indica que existen alrededor de 100 problemas, pero hay dos que se relacionan más con el periodo de confinamiento.

“Está la fase retrasada del sueño, provocada por un desajuste del ritmo biológico en el que se ha perdido una sincronización entre el sueño y la noche; por lo regular se queda dormido horas más tarde respecto a lo aceptable”, comenta.

“Además, está el insomnio, en el que la gente tiene dificultad para empezar a dormir, se queja de despertares y de un acortamiento del tiempo de sueño”, detalla.

La primera complicación se agravó debido a que algunas personas ya no tienen actividades por la mañana o no requieren levantarse tan temprano, aunado al incremento de uso de dispositivos electrónicos previo a acostarse.

Por otra parte, el segundo está muy ligado con cuadros de ansiedad, afirma Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño (IMMIS).

“Han aumentado por las preocupaciones, el temor a enfermar, las repercusiones que está teniendo el encierro, la economía, la educación y la familia. Todo eso nos genera ansiedad en la noche y cuando tenemos poco que hacer”, asegura.

Aumentan sobrepeso... y ronquidos
Haro agrega un tercer trastorno a los ligados a la pandemia.

“Es un problema físico que lo provoca el sobrepeso; quienes ya roncaban, roncan más porque han subido de peso”.

Ambos concuerdan que entre las cuatro etapas del sueño las personas también pueden experimentar parasomnias.

“Es la presencia de conductas o la sensación de experiencias que se presentan cuando estamos dormidos, como sonambulismo, sexomnia (conducta sexual), pesadillas y parálisis del sueño”, agrega el experto de la UNAM.

Lo anterior no sólo afecta en la restauración física, sino también en lo mental, el equilibrio emocional y propicia otros problemas de salud; por ello, el doctor del IMMIS acentúa lo vital de mantener una buena higiene del sueño.

Por lo anterior, recomienda retomar los horarios y permanecer un máximo de ocho horas en la cama, que sea en el ciclo nocturno y sin luz de día.

“Hay que tener actividad física, aunque sea leve; antes de acostarse, reducir la ingesta de líquidos; alejar de la recámara todo tipo de estímulos, teléfonos o televisión; nunca ver la hora en la noche y si viven en una zona ruidosa o iluminada, usar tapones auditivos o antifaz”.
 


Nuevos hábitos
+ Organiza una agenda con espacio para desayunar, realizar labores del hogar, actividad física y dormir. Separa el tiempo para lo anterior de los horarios laborales.

+ Permite el aburrimiento, deja los fines de semana para actividades recreativas o lúdicas y cambia el foco de atención hacia actividades que tranquilicen o relajen.

+ Reduce el nivel aspiracional y acepta que estamos viviendo una circunstancia sin precedentes, por lo que es necesario atenuar la presión laboral, escolar o social.

+ Disminuye la ingesta de carbohidratos simples, refrescos y productos chatarra. Ten cuidado con el food craving o el ansia por comer, que impacta en los ciclos de sueño.

+ Es vital reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, sobre todo en niños y adolescentes.
 

 

 

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