LO QUE TE CUENTA LA DAMA

La tristeza

Por: Johana Ochoa jochoa@elvigia.net
martes, 17 de enero de 2023 · 00:51

Hoy que me lees es martes, pero ayer lunes no fue un buen día. Y no precisamente por ser el llamado “blue monday”. Todas llegamos a un punto de cúmulo de ideas, sentimientos, que incluso queremos vomitarlos. 
No tiene que ser en este tercer lunes del año: puede ser un viernes, domingo, en aquel día especial, en tu boda, en una fiesta, en un café, o estando en una charla con amigas. He comprendido que la tristeza no entiende de edades, lugares, ni estatus, que es un sentimiento que pasa, y una muchas veces se deja encerrada. Siempre la he asociado a una cueva, a la que una sin querer, o con certeza, se mete y al rato siente que no ve la luz, pero ahí está la salida. 
Bueno, después de filosofar un rato, puedo decir que estoy agradecida con la edad que tengo. Que sí, obviamente tuve mis momentos negros, a los que además de soledad y estrés, llegó la tristeza a ponerle la cereza al pastel. 
Les quiero compartir estos tips de forma personal, que a mí me funcionaron cuando pasé por estas etapas, y quizás puedan ayudar a algún familiar, amistad, o para ustedes mismas; el orden de los factores no altera el producto. 
Una de las cosas que me ayudó cuando era joven era que, en medio de la tristeza, llenaba mi cabeza de sueños, ilusiones, metas por cumplir, porque aunque estuviera en el hoyo, la realidad era que nadie me podía sacar de ahí.
¿A poco no les ha pasado que se cansan de llorar? Si es necesario lloren todo un río. Siempre he dicho que la mayoría funcionamos como si tuviéramos un balde dentro de nuestro ser, que se llena de agua, lágrimas, y en algún punto se derrama. 
Ya más grande, con hijos, se aliaron la tristeza, la depresión y la ansiedad, y yo sentía que no podía más. Por más que llorara mi mente se bloqueaba, ya no podía solucionar ni reanirmame así. Así que siempre recomiendo que acudan por su propio pie por ayuda profesional. 
Las redes son un mar de conocimientos, errores, chismes, negatividad, confusión, pero también a veces de orientación, alegría y hasta salvación. Ahora que estoy más grande recurro, como muchas de ustedes, a buscar artículos que me ayuden cuando me siento más triste, y aquí nace mi feminismo. Me ayuda mucho, como mujer, leer sobre otras mujeres destacadas, frases de empoderamiento, testimonios de vida, y darme cuenta que cada quien es una reina, y nos toca sentarnos en el trono. No sé cómo, pero surgen esas fuerzas para disipar la melancolía y recordar que nada es fácil, pero que si tienes las agallas de desafiar, incluso en la adversidad se puede lograr. 
Bueno, aquí después de esta conversación les he de confesar que no me ayudan los días de lluvia, me ponen triste, sin energía, los rayitos de sol me activan. 
Además estoy tome y tome chocolate caliente, me va a dar diabetes; y cuando llego a casa solo quiero ponerme cómoda (batallo con bañarme), y ver tele. Literal, tener vida de jubilada en la tarde noche. 
Hoy, en el día más triste del año, acepto que la he sentido, la he sufrido, y sin embargo no es para siempre; hay que saberla trabajar, y en ese paso cabe decir que debes conocerte a ti misma para tú sola rescatarte. 

¡Besos con labios rojos!
 

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